Habitaciones y suites

De los múltiples seudónimos de Saint John Perse, aquí solo conservamos este nombre, que estaba predestinado a una suite de discreta elegancia.
Un tangram de cuero de color topo infiltra su rigurosa geometría en una atmósfera elegante de terciopelo gris oscuro.

Una sucesión de lámparas de techo, como jaulas abiertas al imaginario, subraya la poesía contemporánea del lugar. En esta luminosa suite que da a dos calles, la rue des Guillemites y la rue Sainte-Croix-de-la-Bretonnerie, un discreto balcón con vistas al patio encierra la clave para desconectar de todo.

Qué otro icono de la escena, con una mirada tan hipnótica como aspecto delirante, podría encontrar refugio en esta habitación? Un esteta que se dejaría inspirar por las circunvoluciones ópticas de un lujo a flor de seda. Quien tararearía cómodamente en el sofá un acorde rítmico solar... para su propio disfrute.

A menos que decida abrir las ventanas al trepidante mundo exterior, el pleno corazón del barrio Le Marais. Esta reluciente suite está decorada con un atrevido amarillo cadmio, acentuado por una madera cálida: un tesoro de distinción con clase.

Desde el reinado de Eduardo III, en los países anglosajones se emplea el nombre John Doe para las personas cuya identidad se desconoce. Quienquiera que sea, pase inadvertido. Disfrute del placer indecible de entrar de incógnito en esta suite que no deja ni rastro, entre la voluptuosidad del Renacimiento Italiano, píxeles nacarados, atractivas piezas de madera y hormigón visto.

Allí una silueta sedosa con misteriosas sombras, después un eco metálico radicalmente minimalista, aquí un terciopelo opalescente que envuelve las lámparas con connotaciones de los dulces años cincuenta. Un viaje onírico, un refinamiento serenamente desconcertante, con una vista panorámica, y suavemente atenuada, sobre los típicos tejados parisinos como única referencia.